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Proverbios 6 - Biblia Versión Israelita Nazarena 2011


Amonestación contra la pereza y la falsedad

1 Hijo mío, si has salido fiador de tu vecino, si has dado tu palabra por otro,

2 has quedado atrapado por las palabras de tu boca, entrampado por tus propias palabras.

3 Haz esto, entonces, hijo mío, para librarte, porque has quedado en poder de tu prójimo: Ve y humíllate –y molesta a tu vecino;

4 no le des sueño a tus ojos, ni dormitar a tus pupilas.

5 Escápate como un venado de las manos [del cazador], como un ave de las manos de un trampero.

6 Haragán, ve donde la hormiga; estudia sus caminos y aprende.

7 Sin directores, oficiales, ni gobernantes,

8 ella llena sus almacenes en el verano, recoge su alimento en la cosecha.

9 ¿Hasta cuándo estarás ahí acostado, haragán; cuándo despertarás de tu sueño?

10 Un poco más de dormir, un poco más de dormitar, un poco más de acurrucarte en la cama,

11 y vendrá la pobreza a llamarte, y la necesidad como un hombre con escudo.

12 El canalla, el malvado vive hablando perversidades,

13 guiñando el ojo, barajando sus pies, señalando con el dedo.

14 Hay duplicidad en su mente; planea lo malo todo el tiempo; provoca contiendas.

15 Por eso vendrá sobre él la calamidad sin advertencia; en un momento quedará quebrantado sin remedio.

16 Seis cosas detesta Yahweh; siete son una abominación para él:

17 una actitud altiva, una lengua mentirosa, manos que derraman sangre inocente,

18 una mente que fragua planes malvados, pies prestos para correr al mal,

19 un testigo falso que testifica mentiras, y uno que provoca discordias entre hermanos.

Amonestación contra el adulterio

20 Hijo mío, guarda el mandamiento de tu padre; no olvides la enseñanza de tu madre.

21 Atalos siempre en tu corazón; amárratelos al cuello.

22 Cuando camines te guiará; cuando te acuestes te vigilará; y cuando estés despierto hablará contigo.

23 Porque el mandamiento es una lámpara, la enseñanza es una luz, y la reprensión que disciplina es el camino a la vida.

24 Ellas te guardarán de la mujer mala, de la lengua suave de la mujer prohibida.

25 No codicies su belleza ni te dejes cautivar por sus ojos.

26 El último pedazo de pan irá para una ramera; la mujer casada entrampa al hombre de honor.

27 ¿Podrá un hombre echarse brasas en el pecho sin quemarse las ropas?

28 ¿Podrá un hombre andar sobre tizones vivos sin abrasarse los pies?

29 Lo mismo le pasa al que duerme con la mujer de su prójimo; nadie que la toque quedará sin castigo.

30 A un ladrón no lo procesan por robar para aplacar su hambre;

31 aunque si lo atrapan tiene que pagar siete tantos; tiene que entregar todo lo que posee.

32 El que comete adulterio carece de sensatez; solamente el que se quiere destruir hace tal cosa.

33 Se enfrentará con la enfermedad y la desgracia; su deshonra nunca se borrará.

34 La furia del esposo será apasionada; no mostrará piedad en el día de su venganza.

35 No aceptará ninguna compensación; no te aceptará un regalo, por grande que sea.