Biblia Total


Romanos 13 - Biblia Versión Israelita Nazarena 2011


1 Que toda persona se someta a las autoridades superiores, porque no hay autoridad que no provenga de Yahweh; así que las que hay, por Elohim han sido establecidas.

2 De modo que el que se opone a la autoridad se opone a la disposición de Elohim; y los que se le oponen recibirán su condenación.

3 Porque los gobernantes no están para atemorizar al que hace lo bueno, sino al que hace lo malo. ¿Quieres vivir sin temor a la autoridad? Haz lo bueno y tendrás su alabanza;

4 porque ella es un agente de Elohim para tu bien. Pero si haces lo malo, teme; porque no es en vano que lleva la espada; pues es un agente vengador de Elohim para castigar al que hace lo malo.

5 Por eso es necesario que estén sujetos, no solamente por temor al castigo, sino también por motivos de conciencia.

6 Y por lo mismo deben pagar también los impuestos, pues los gobernantes son ministros de Elohim que se ocupan de estos asuntos.

7 Páguenle a cada uno lo que le deban: al que impuesto, impuesto; al que contribución, contribución; al que respeto, respeto; al que honra, honra.

8 No le queden debiendo nada a nadie, sino el amor mutuo; pues el que ama al prójimo ha cumplido con la Torah.

9 Porque lo de “no cometerás adulterio, no cometerás asesinato, no robarás, no codiciarás”, y cualquier otro manda miento, se resume en esta frase: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”.

10 El amor no le hace mal al prójimo; así que el amor es el cumplimiento de la Torah.

11 Y en todo esto tengan en cuenta el tiempo, que ya es hora de despertarse del sueño; porque ahora la salvación está más cerca de nosotros que cuando creímos.

12 La noche está avanzada, y el día está cerca. Así que despojémonos de las obras de las tinieblas y vistámonos con las armas de la luz.

13 Andemos decentemente, como de día; no con glotonerías y borracheras, ni en pecados sexuales y libertinajes, ni en peleas y envidia.

14 Más bien, vístanse del Maestro Yahoshúa el Mashíaj, y no hagan provisión para satisfacer los deseos carnales.