Salmos 102:2-4

2 No escondas tu rostro de mí en mi momento de angustia; vuelve a mí tu oído; cuando clame, respóndeme pronto.

3 Porque mis días se han esfumado como humo y mis huesos arden como leña seca.

4 Mi cuerpo está golpeado y seco como hierba; muy decaído para comer mi alimento;