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Salmos 71 - Biblia Versión Israelita Nazarena 2011


Oración de un anciano

1 En ti, Yahweh, busco refugio, jamás quede yo avergonzado;

2 sálvame por tu beneficencia, y rescátame; inclina a mí tu oído y líbrame.

3 Sé para mí una roca de refugio, a la que pueda yo siempre acudir; da orden de librarme, que tú eres mi peña y mi fortaleza.

4 Elohim mío, líbrame de la mano del malvado, de la mano del perverso y del licencioso;

5 pues tú eres mi esperanza, Adonay Yahweh, mi confianza desde mi juventud.

6 De ti he dependido desde el vientre; tú eras mi apoyo en el vientre de mi madre; para ti será siempre mi alabanza.

7 He sido un ejemplo para muchos, pues tú eres mi refugio fuerte.

8 Mi boca está llena de tu alabanza, y de tu gloria todo el día.

9 No me deseches en el tiempo de la vejez; no me desampares cuando me falten las fuerzas.

10 Porque mis enemigos hablan de mí, los que acechan mi vida consultan entre sí,

11 diciendo: “Elohim lo ha desamparado; persíganlo y agárrenlo, que no hay quien lo libre”.

12 Oh Elohim, no estés lejos de mí; Elohim mío; apresúrate a ayudarme.

13 Queden avergonzados y perezcan mis adversarios; queden llenos de vergüenza y confusión los que procuran mi mal.

14 Yo, en cambio, esperaré siempre, y te alabaré cada vez más;

15 mi boca publica tu beneficencia y tu liberación todo el día, aunque no sé cómo contarlas.

16 Vengo con alabanza de tus poderosas obras, oh Adonay Yahweh; celebro tu beneficencia, sólo la tuya.

17 Oh Elohim, tú me has enseñado desde mi juventud, y hasta ahora he manifestado tus maravillas.

18 Así también tú, oh Elohim, aunque sea yo viejo y canoso, no me desampares, hasta que anuncie tu poder a la nueva generación, tu potencia a los que se van levantando.

19 Tu justicia, oh Elohim, llega hasta el cielo; tu has hecho cosas grandes, oh Elohim, ¿quién hay como tú?

20 Tú que me has hecho ver muchas angustias y aflicciones, volverás a revivirme, y a levantarme de los abismos de la tierra.

21 Aumentarás mi grandeza, y volverás a consolarme;

22 y yo te aclamaré con la lira por tu verdad, oh Elohim mío; cantaré a ti con el arpa, oh Santo de Yisrael.

23 Mis labios se alegrarán al cantarte, y mi vida que tú rescataste.

24 Todo el día hablará mi lengua de tu beneficencia, porque quedaron avergonzados, porque se llenaron de confusión los que procuraban mi mal.