Biblia Total


Santiago 2 - Biblia Versión Israelita Nazarena 2011


Amonestación contra la parcialidad

1 Hermanos míos, no mezclen la fe de nuestro glorioso Maestro Yahoshúa el Mashíaj con el favoritismo.

2 Porque si en su sinagoga entra un hombre con anillo de oro y ropa lujosa, y también entra un pobre con vestido andrajoso,

3 y sólo atienden con respeto al que lleva ropa lujosa y le dicen: “Siéntate tú aquí en buen lugar”; y al pobre le dicen: “Quédate allí de pie” o “Siéntate aquí a mis pies”,

4 ¿no tienen favoritismo entre ustedes? ¿Y no vienen a ser jueces con malos criterios?

5 Amados hermanos míos, oigan: ¿No ha elegido Elohim a los pobres de este mundo, [para que sean] ricos en fe y herederos del reino que ha prometido a los que le aman?

6 Pero ustedes han menospreciado al pobre. ¿No los oprimen a ustedes los ricos, y no son ellos los que los arrastran a los tribunales?

7 ¿No blasfeman ellos el buen nombre que ha sido invocado sobre ustedes?

8 Si de veras cumplen la ley real conforme a las Escrituras: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”, hacen bien.

9 Pero si tienen favoritismos, cometen pecado y quedan reprobados por la Torah como transgresores.

10 Porque cualquiera que guarda toda la Torah pero ofende en un solo punto se ha hecho culpable de todo.

11 Porque el que dijo: “No adulteres”, también dijo: “No asesines”. Y si no adulteras, pero asesinas, te has hecho transgresor de la Torah.

12 Hablen y actúen como quienes van a ser juzgados por la ley de libertad.

13 Porque habrá juicio sin misericordia contra aquel que no hace misericordia. Pero el misericordioso sale triunfante sobre el juicio.

La fe sin obras es muerta

14 Hermanos míos, si alguno dice que tiene fe y no tiene obras, ¿de qué sirve? ¿Puede acaso su fe salvarlo?

15 Si un hermano o una hermana están desnudos y les falta la comida diaria,

16 y alguno de ustedes les dice: “Vayan en paz, caliéntense y aliméntense bien”, pero no les da lo necesario para el cuerpo, ¿de qué sirve?

17 Así también la fe, si no tiene obras, está muerta en sí misma.

18 Sin embargo, alguno dirá que tú tienes fe, y yo tengo obras. ¡Pues muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras!

19 Tú crees que hay un Elohim. Haces bien. Pero también los demonios lo creen y tiemblan.

20 Pero, ¿no quieres reconocer, hombre vano, que la fe sin obras está muerta?

21 ¿No se justificó por las obras a nuestro padre Avraham, cuando ofreció a su hijo Yitsjaq sobre el altar?

22 Ves que la fe actuaba juntamente con sus obras y que la fe quedó completa por las obras.

23 Y se cumplió la Escritura que dice: “Avraham le creyó a Yahweh, y se le contó por justicia; y lo llamaron amigo de Elohim.

24 Ya ven ustedes que al hombre se lo justifica por las obras y no solamente por la fe.

25 De igual manera, ¿no fue justificada también la ramera Rajab por las obras, cuando recibió a los mensajeros y los envió por otro camino?

26 Porque tal como el cuerpo sin el espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta.