Biblia Total


Santiago 4 - Biblia Versión Israelita Nazarena 2011


La amistad con el mundo

1 ¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre ustedes? ¿No surgen de sus mismas pasiones que combaten en sus miembros?

2 Codician y no tienen; matan y arden de envidia, pero no pueden obtener. Combaten y hacen guerra. No tienen, porque no piden.

3 Piden, y no reciben; porque piden mal, para gastarlo en sus placeres.

4 Gente adúltera, ¿no saben que la amistad con el mundo es enemistad con Elohim? Por tanto, cualquiera que quiere ser amigo del mundo se constituye en enemigo de Elohim.

5 ¿O suponen que en vano dice la Escritura: “Él anhela celosamente el espíritu que hizo morar en nosotros”?

6 Pero la gracia que nos da es aún mayor; por eso dice: “Yahweh se opone a los arrogantes, pero da gracia a los humildes”.

7 Así que sométanse a Elohim; opónganse al Acusador, y él huirá de ustedes.

8 Acérquense a Elohim, y él se acercará a ustedes. Limpien sus manos, pecadores; y purifiquen sus corazones, ustedes indecisos.

9 Aflíjanse, lamenten y lloren. Que su risa se convierta en llanto, y su gozo en tristeza.

10 Humíllense delante de Yahweh, y él los exaltará.

Juzgando al hermano

11 Hermanos, no hablen mal unos de otros. El que habla mal de su hermano o juzga a su hermano habla mal de la Torah y juzga a la Torah. Y si tú juzgas a la Torah, entonces no eres practicante de la Torah, sino juez.

12 Hay un solo Dador de la Torah y Juez, quien es poderoso para salvar y destruir. Pero ¿quién eres tú para juzgar a tu prójimo?

No os gloriéis del día de mañana

13 Vamos ahora con ustedes los que dicen: “Hoy o mañana iremos a tal ciudad, estaremos allá un año y haremos negocios y tendremos ganancias”.

14 Ustedes, los que no saben lo que sucederá mañana, ¿qué es su vida? Porque ustedes son un vapor que aparece por un poco de tiempo y luego se desvanece.

15 Más bien, deberían decir: “Si Yahweh quiere, viviremos y haremos esto o aquello”.

16 Pero ahora ustedes se jactan en su arrogancia. Toda jactancia de esta clase es mala.

17 Por tanto, al que sabe hacer lo bueno y no lo hace, eso le es pecado.