2 Corintios 1:3-5

3 Bendito sea Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, padre de las misericordias y de todo consuelo,

4 que nos consuela en todos nuestros sufrimientos para que nosotros podamos consolar a todos los que sufren con el consuelo que nosotros mismos recibimos de Dios.

5 Pues si participamos grandemente en los sufrimientos de Cristo, también gracias a Cristo recibimos un gran consuelo.