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Eclesiastés 3 - Biblia Universidad de Jerusalem


Todo tiene su tiempo

1 Todo tiene su momento, y cada cosa su tiempo bajo el cielo:

2 Su tiempo el nacer, y su tiempo el morir; su tiempo el plantar, y su tiempo el arrancar lo plantado.

3 Su tiempo el matar, y su tiempo el sanar; su tiempo el destruir, y su tiempo el edificar.

4 Su tiempo el llorar, y su tiempo el reír; su tiempo el lamentarse, y su tiempo el danzar.

5 Su tiempo el lanzar piedras, y su tiempo el recogerlas; su tiempo el abrazarse, y su tiempo el separarse.

6 Su tiempo el buscar, y su tiempo el perder; su tiempo el guardar, y su tiempo el tirar.

7 Su tiempo el rasgar, y su tiempo el coser; su tiempo el callar, y su tiempo el hablar.

8 Su tiempo el amar, y su tiempo el odiar; su tiempo la guerra, y su tiempo la paz.

9 ¿Qué gana el que trabaja con fatiga?

10 He considerado la tarea que Di-s ha puesto a los humanos para que en ella se ocupen.

11 El ha hecho todas las cosas apropiadas a su tiempo; también ha puesto el mundo en sus corazones, sin que el hombre llegue a descubrir la obra que Di-s ha hecho de principio a fin.

12 Comprendo que no hay para el hombre más felicidad que alegrarse y buscar el bienestar en su vida.

13 Y que todo hombre coma y beba y disfrute bien en medio de sus fatigas, eso es don de Di-s.

14 Comprendo que cuanto Di-s hace es duradero. Nada hay que añadir ni nada que quitar.Y así hace Di-s que se le tema.

15 Lo que es, ya antes fue; lo que será, ya es.Y Di-s restaura lo pasado.

Injusticias de la vida

16 Todavía más he visto bajo el sol: en la sede del derecho, allí está la iniquidad; y en el sitial del justo, allí el impío.

17 Dije en mi corazón: Di-s juzgará al justo y al impío, pues allí hay un tiempo para cada cosa y para toda obra.

18 Dije también en mi corazón acerca de la conducta de los humanos: sucede así para que Di-s los pruebe y les demuestre que son como bestias.

19 Porque el hombre y la bestia tienen la misma suerte: muere el uno como la otra; y ambos tienen el mismo aliento de vida. En nada aventaja el hombre a la bestia, pues todo es vanidad.

20 Todos caminan hacia una misma meta; todos han salido del polvo y todos vuelven al polvo.

21 ¿Quién sabe si el aliento de vida de los humanos asciende hacia arriba y si el aliento de vida de la bestia desciende hacia abajo, a la tierra?

22 Veo que no hay para el hombre nada mejor que gozarse en sus obras, pues esa es su paga. Pero ¿quién le guiará a contemplar lo que ha de suceder después de él?