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Juan 6 - Biblia Universidad de Jerusalem


Alimentación de los cinco mil

1 Después de esto, se fue Yeshúa a la otra ribera del mar de Galilea, el de Tiberíades,

2 y mucha gente le seguía porque veían las señales que realizaba en los enfermos.

3 Subió Yeshúa al monte y se sentó allí en compañía de sus discípulos.

4 Estaba próxima la Pascua, la fiesta de los judíos.

5 Al levantar Yeshúa los ojos y ver que venía hacia él mucha gente, dice a Felipe: "¿Donde vamos a comprar panes para que coman éstos?"

6 Se lo decía para probarle, porque él sabía lo que iba a hacer.

7 Felipe le contestó: "Doscientos denarios de pan no bastan para que cada uno tome un poco."

8 Le dice uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro:

9 "Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos peces; pero ¿qué es eso para tantos?"

10 Dijo Yeshúa: "Haced que se recueste la gente." Había en el lugar mucha hierba. Se recostaron, pues, los hombres en número de unos 5.000.

11 Tomó entonces Yeshúa los panes y, después de dar gracias, los repartió entre los que estaban recostados y lo mismo los peces, todo lo que quisieron.

12 Cuando se saciaron, dice a sus discípulos: "Recoged los trozos sobrantes para que nada se pierda."

13 Los recogieron, pues, y llenaron doce canastos con los trozos de los cinco panes de cebada que sobraron a los que habían comido.

14 Al ver la gente la señal que había realizado, decía: "Este es verdaderamente el profeta que iba a venir al mundo."

15 Dándose cuenta Yeshúa de que intentaban venir a tomarle por la fuerza para hacerle rey, huyó de nuevo al monte él solo.

Jesús anda sobre el mar

16 Al atardecer, bajaron sus discípulos a la orilla del mar,

17 y subiendo a una barca, se dirigían al otro lado del mar, a Cafarnaúm. Había ya oscurecido, y Yeshúa todavía no había venido donde ellos;

18 soplaba un fuerte viento y el mar comenzó a encresparse.

19 Cuando habían remado unos veinticinco o treinta estadios, ven a Yeshúa que caminaba sobre el mar y se acercaba a la barca, y tuvieron miedo.

20 Pero él les dijo: "Soy yo. No temáis."

21 Quisieron recogerle en la barca, pero en seguida la barca tocó tierra en el lugar a donde se dirigían.

La gente busca a Jesús

22 Al día siguiente, la gente que se había quedado al otro lado del mar, vio que allí no había más que una barca y que Yeshúa no había montado en la barca con sus discípulos, sino que los discípulos se habían marchado solos.

23 Pero llegaron barcas de Tiberíades cerca del lugar donde habían comido pan.

24 Cuando la gente vio que Yeshúa no estaba allí, ni tampoco sus discípulos, subieron a las barcas y fueron a Cafarnaúm, en busca de Yeshúa.

Jesús, el pan de vida

25 Al encontrarle a la orilla del mar, le dijeron: "Rabbí, ¿cuándo has llegado aquí?"

26 Yeshúa les respondió: "En verdad, en verdad os digo: vosotros me buscáis, no porque habéis visto señales, sino porque habéis comido de los panes y os habéis saciado.

27 Obrad, no por el alimento perecedero, sino por el alimento que permanece para vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre, porque a éste es a quien el Padre, Di-s, ha marcado con su sello."

28 Ellos le dijeron: "¿Qué hemos de hacer para obrar las obras de Di-s?"

29 Yeshúa les respondió: "La obra de Di-s es que creáis en quien él ha enviado."

30 Ellos entonces le dijeron: "¿Qué señal haces para que viéndola creamos en ti? ¿Qué obra realizas?

31 Nuestros padres comieron el maná en el desierto, según está escrito: = Pan del cielo les dio a comer." =

32 Yeshúa les respondió: "En verdad, en verdad os digo:No fue Moisés quien os dio el pan del cielo; es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo;

33 porque el pan de Di-s es el que baja del cielo y da la vida al mundo."

34 Entonces le dijeron: "Señor, danos siempre de ese pan."

35 Les dijo Yeshúa: "Yo soy el pan de la vida.El que venga a mí, no tendrá hambre, y el que crea en mí, no tendrá nunca sed.

36 Pero ya os lo he dicho:Me habéis visto y no creéis.

37 Todo lo que me dé el Padre vendrá a mí, y al que venga a mí no lo echaré fuera;

38 porque he bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado.

39 Y esta es la voluntad del que me ha enviado; que no pierda nada de lo que él me ha dado, sino que lo resucite el último día.

40 Porque esta es la voluntad de mi Padre: que todo el que vea al Hijo y crea en él, tenga vida eterna y que yo le resucite el último día."

41 Los judíos murmuraban de él, porque había dicho: "Yo soy el pan que ha bajado del cielo."

42 Y decían: "¿No es éste Yeshúa, hijo de José, cuyo padre y madre conocemos? ¿Cómo puede decir ahora: He bajado del cielo?"

43 Yeshúa les respondió: "No murmuréis entre vosotros.

44 "Nadie puede venir a mí, si el Padre que me ha enviado no lo atrae; y yo le resucitaré el último día.

45 Está escrito en los profetas: = Serán todos enseñados por Di-s. =Todo el que escucha al Padre y aprende, viene a mí.

46 No es que alguien haya visto al Padre; sino aquel que ha venido de Di-s, ése ha visto al Padre.

47 En verdad, en verdad os digo: el que cree, tiene vida eterna.

48 Yo soy el pan de la vida.

49 Vuestros padres comieron el maná en el desierto y murieron;

50 este es el pan que baja del cielo, para que quien lo coma no muera.

51 Yo soy el pan vivo, bajado del cielo.Si uno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo le voy a dar, es mi carne por la vida del mundo."

52 Discutían entre sí los judíos y decían: "¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?"

53 Yeshúa les dijo: "En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros.

54 El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día.

55 Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre verdadera bebida.

56 El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí, y yo en él.

57 Lo mismo que el Padre, que vive, me ha enviado y yo vivo por el Padre, también el que me coma vivirá por mí.

58 Este es el pan bajado del cielo; no como el que comieron vuestros padres, y murieron; el que coma este pan vivirá para siempre."

59 Esto lo dijo enseñando en la sinagoga, en Cafarnaúm.

Palabras de vida eterna

60 Muchos de sus discípulos, al oírle, dijeron: "Es duro este lenguaje. ¿Quién puede escucharlo?"

61 Pero sabiendo Yeshúa en su interior que sus discípulos murmuraban por esto, les dijo: "¿Esto os escandaliza?

62 ¿Y cuando veáis al Hijo del hombre subir adonde estaba antes?...

63 "El espíritu es el que da vida; la carne no sirve para nada.Las palabras que os he dicho son espíritu y son vida.

64 "Pero hay entre vosotros algunos que no creen." Porque Yeshúa sabía desde el principio quiénes eran los que no creían y quién era el que lo iba a entregar.

65 Y decía: "Por esto os he dicho que nadie puede venir a mí si no se lo concede el Padre."

66 Desde entonces muchos de sus discípulos se volvieron atrás y ya no andaban con él.

67 Yeshúa dijo entonces a los Doce: "¿También vosotros queréis marcharos?"

68 Le respondió Simón Pedro: "Señor, ¿donde quién vamos a ir? Tú tienes palabras de vida eterna,

69 y nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Di-s."

70 Yeshúa les respondió: "¿No os he elegido yo a vosotros, los Doce? Y uno de vosotros es un diablo."

71 Hablaba de Judas, hijo de Simón Iscariote, porque éste le iba a entregar, uno de los Doce.