Marcos 5:28-30

28 Pues decía: "Si logro tocar aunque sólo sea sus vestidos, me salvaré."

29 Inmediatamente se le secó la fuente de sangre y sintió en su cuerpo que quedaba sana del mal.

30 Al instante, Yeshúa, dándose cuenta de la fuerza que había salido de él, se volvió entre la gente y decía: "¿Quién me ha tocado los vestidos?"