Biblia Total


Lucas 1 - Biblia Textual IV edición | BTX IV


Dedicatoria a Teófilo

1 Ya que muchos intentaron compilar un relato acerca de las cosas que entre nosotros han sido del todo certificadas,

2 según nos las transmitieron los que desde un principio fueron [1] testigos oculares y servidores del Logos,

3 me pareció bien también a mí, habiendo investigado exactamente todas las cosas desde sus fuentes, escribírtelas en orden a ti, excelentísimo amigo de DIOS, [2]

4 para que conozcas la solidez de las enseñanzas en las que fuiste instruido.

Anuncio del nacimiento de Juan

5 Hubo en los días de Herodes, rey de Judea, cierto sacerdote de nombre Zacarías, del turno de Abías, [3] y su mujer era de las hijas de Aarón, y su nombre era Elisabet.

6 Ambos eran justos delante de DIOS, conduciéndose irreprochablemente en todos los mandamientos y ordenanzas del Señor.

7 Y no tenían descendencia, porque Elisabet era estéril, y ambos eran de edad avanzada.

8 Sucedió que mientras oficiaba [4] como sacerdote en la secuencia de su turno delante de DIOS,

9 conforme a la costumbre del oficio sacerdotal, le tocó en suerte quemar incienso tras entrar al santuario del Señor.

10 Y toda la gente del pueblo estaba orando afuera a la hora del incienso.

11 Entonces, desde la derecha del altar del incienso, se le apareció de pie un ángel del Señor.

12 Al verlo, Zacarías se turbó, y el temor cayó sobre él.

13 Pero el ángel le dijo: No temas, Zacarías, porque fue oída tu oración, y tu mujer Elisabet te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Juan.

14 Y tendrás gozo y alegría, y muchos se regocijarán por su nacimiento,

15 porque será grande delante del Señor. [5] No beberá vino ni licor, y será lleno del Espíritu Santo aun desde el vientre de su madre,

16 y muchos de los hijos de Israel volverán al Señor su DIOS,

17 e irá delante de Él con espíritu y poder de Elías, para hacer volver los corazones de los padres a los hijos [6] y los rebeldes a la prudencia de los justos: a preparar para el Señor un pueblo bien dispuesto.

18 Y Zacarías dijo al ángel: ¿Cómo llegaré a saber esto? Porque soy anciano y mi esposa de edad avanzada.

19 Respondiendo el ángel, le dijo: Yo soy Gabriel, [7] que asisto en la presencia de DIOS y he sido enviado para hablar contigo y anunciarte estas buenas noticias.

20 He aquí estarás mudo y sin poder hablar [8] hasta el día que lleguen a suceder estas cosas, por cuanto no creíste a mis palabras, las cuales serán cumplidas en su oportunidad.

21 Y el pueblo estaba esperando a Zacarías, y se extrañaba de que se demorara en el santuario. [9]

22 Y cuando salió, no podía hablarles; y comprendieron que había visto [10] una visión en el santuario, porque les hacía señas y permanecía mudo.

23 Y sucedió que cuando se cumplieron los días de su servicio sacerdotal, se fue a su casa,

24 y luego de esos días su mujer Elisabet concibió, [11] y se mantenía en reclusión cinco meses, diciendo:

25 Así ha hecho conmigo el Señor en los días en que se dignó quitar mi afrenta [12] entre los hombres.

Anuncio del nacimiento de Jesús

26 En el sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por DIOS a una ciudad de Galilea, cuyo nombre era Nazaret,

27 a una virgen comprometida en matrimonio con un varón cuyo nombre era José, de la casa de David, y el nombre de la virgen era María. [13]

28 Y entrando en donde ella estaba, dijo [14]: ¡Alégrate, muy favorecida! ¡El Señor está contigo!

29 Ella [15] se turbó mucho por esta expresión, y se preguntaba qué clase de salutación sería esta.

30 Pero el ángel le dijo: ¡No temas, María, porque has hallado gracia ante DIOS!

31 He aquí quedarás encinta [16] y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS.

32 Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor DIOS le dará el trono de David su padre;

33 y reinará sobre la casa de Jacob por los siglos, y de su reino no habrá fin. [17]

34 Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo ocurrirá [18] esto, puesto que no conozco varón?

35 Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te hará sombra; por lo cual también lo nacido será llamado Santo, Hijo de DIOS.

36 Y he aquí tu parienta [19] Elisabet, aun ella ha concebido un hijo en su vejez, y este es el sexto mes para aquella que llaman estéril;

37 porque para DIOS nada será imposible. [20]

38 Entonces María dijo: He aquí la esclava [21] del Señor, hágase conmigo conforme a tu palabra. Y el ángel se retiró de ella.

María visita a Elisabet

39 En esos días, María se levantó y partió apresuradamente hacia una ciudad en la región montañosa de Judá;

40 y entrando en casa de Zacarías, saludó a Elisabet.

41 Cuando Elisabet oyó el saludo de María, aconteció que la criatura saltó de gozo en su vientre, y Elisabet fue llena del Espíritu [22] Santo.

42 Y exclamó a gran voz, y dijo: ¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre!

43 ¿Por qué se me concede [23] esto, que la madre de mi Señor venga a mí?

44 Porque he aquí, en cuanto la voz de tu salutación llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre.

45 ¡Bienaventurada la que creyó que tendrán [24] cumplimiento las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!

46 Entonces María dijo [25]: Mi alma engrandece al Señor,

47 Y mi espíritu se regocijó en DIOS mi Salvador,

48 Porque miró la bajeza de su esclava; [26] Pues he aquí desde ahora me llamarán bienaventurada todas las generaciones.

49 Porque me ha hecho grandes cosas el Poderoso; ¡Santo es su Nombre!

50 Su misericordia es de generación en generación para los que le temen.

51 Hizo proezas [27] con su brazo; Esparció a los soberbios en la intención de su corazón.

52 Quitó de los tronos a los poderosos, Y exaltó a los humildes.

53 A los hambrientos colmó de bienes, Y a los que se enriquecen envió vacíos.

54 Acudió en ayuda de Israel su siervo, Recordando su misericordia

55 Con Abraham [28] y su simiente para siempre, Conforme habló a nuestros padres.

56 Y María permaneció con ella como tres meses, y regresó a su casa.

Nacimiento de Juan el Bautista

57 Y a Elisabet se le cumplió el tiempo de dar a luz; y dio a luz un hijo.

58 Y sus vecinos y parientes oyeron que el Señor había engrandecido su misericordia con ella, y se regocijaban juntamente con ella.

59 Y aconteció que al octavo día fueron a circuncidar [29] al niño; y lo llamaban Zacarías, por el nombre de su padre.

60 Pero interviniendo su madre, dijo: ¡No, más bien será llamado Juan!

61 Y le dijeron: No hay nadie de tu parentela que se llame con ese nombre.

62 Y por señas le preguntaban a su padre cómo desearía llamarlo.

63 Entonces él pidiendo una tablilla, escribió, diciendo: Juan es su nombre. Y todos se maravillaron.

64 Y al instante fue abierta su boca y su lengua, y hablaba bendiciendo a DIOS.

65 Y sobrevino temor a todos sus vecinos, y en toda la región montañosa de Judea se comentaban todas estas palabras.

66 Y todos los que las oyeron las guardaron en su corazón, diciendo: ¿Quién, pues, llegará a ser este niño? Porque la mano del Señor ciertamente estaba con él.

Profecía de Zacarías

67 Y su padre Zacarías fue lleno del Espíritu Santo, y profetizó, diciendo:

68 Bendito el Señor DIOS de Israel, Porque visitó e hizo redención a su pueblo,

69 Y nos levantó Cuerno [30] de salvación, En la casa de David su siervo,

70 Tal como habló desde el principio [31] por boca de sus santos profetas,

71 Salvación de nuestros enemigos Y de la mano de todos los que nos aborrecen,

72 Para hacer misericordia con nuestros padres, Y acordarse de su santo pacto:

73 El juramento que juró a nuestro padre Abraham,

74 De concedernos que, rescatados de mano de los enemigos, Le sirvamos sin temor,

75 En santidad y en justicia delante de Él, todos nuestros días.

76 ¡Y tú, niño, serás llamado profeta del Altísimo! Porque irás delante de la faz del Señor, Para preparar sus caminos; [32]

77 Y dar conocimiento de salvación a su pueblo, Mediante [33] la liberación de sus pecados;

78 A causa de las entrañas de misericordia de nuestro DIOS, Con las cuales nos visitará [34] desde lo alto el Sol de la aurora,

79 Para dar luz a los que habitan en tiniebla [35] y en sombra de muerte, Para guiar nuestros pies hacia el Camino de paz.

80 Y el niño crecía y se fortalecía en espíritu, y estaba en los lugares despoblados hasta el día de su manifestación a Israel.