1 Timoteo 1:18-20

18 Estas son las instrucciones que quiero darte, Timoteo, mi hijo, siguiendo las profecías que te han traído hasta aquí,[3] para que puedas pelear la buena batalla.

19 Mantén tu fe en Dios y asegúrate de tener una conciencia limpia. Algunos no han querido hacerlo y por eso su fe en Dios ha naufragado.

20 Himeneo y Alexander son ejemplo de ello, y yo los he “entregado a Satanás”[4] para que aprendan a no dar una mala imagen de Dios.