2 Juan 1:10-12

10 Si alguien viene a ustedes y no trae tal enseñanza, no le reciban en su casa. Ni siquiera digan “¡Shalom!”

11 Porque la persona que le diga Shalom, comparte de sus obras malignas.[6]

12 A pesar de que tengo mucho que escribir, prefiero no usar papel y tinta. Más bien, espero ir a ustedes, verlos y hablar cara a cara, para que nuestra alegría sea completa.[7]