2 Pedro 1:18-20

18 Nosotros oímos esta voz venir del cielo cuando estábamos con El en el monte Kadosh.[3]

19 Sí, tenemos la palabra profética muy clara. Ustedes harán muy bien en poner atención a ella como luz que alumbra en la oscuridad,[4] lugar de tinieblas, hasta que el Día amanezca y la Estrella De La Mañana[5] se levante en sus corazones.

20 Primero que todo, entiendan esto: ninguna profecía[6] en las Escrituras es para ser interpretada por un individuo por cuenta propia;