Santiago 1:25-27

25 Pero la persona que mira atentamente la Toráh perfecta, la que da libertad, y continúa volviéndose, no en un oidor olvidadizo, sino en un hacedor de las obras requeridas por ella, entonces será bendito en lo que hace.[16]

26 Cualquiera que crea que es un observante religioso, pero no controla su lengua, se engaña a sí mismo, y su observancia cuenta para nada.[17]

27 La observancia religiosa que Elohim el Padre considera pura y sin falta es esta: dar cuidado a los huérfanos y viudas en sus tribulaciones y mantenerse uno mismo sin contaminaciones del mundo.[18]