2 Timoteo 1:6-8

6 Por lo cual te aconsejo, que despiertes el don de Dios que está en tí por la imposicion de mis manos.

7 Porque no nos ha dado Dios el espíritu de temor, sino el de fortaleza, y de amor, y de templanza.

8 Por tanto no te avergüences de dar testimonio del Señor nuestro, ni de mí que estoy preso por él; antes sé participante de los trabajos del Evangelio por la virtud de Dios,