1 Pedro 1:3-5

3 Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su gran misericordia nos regeneró en esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de entre los muertos,*

4 para una herencia que nunca puede perecer, ni contaminarse, ni marchitarse, reservada en el cielo para vosotros,

5 gracias a la fe, sois guardados por el poder de Dios, para alcanzar la salvación que será revelada en el último tiempo.