Isaías 1:4-6

4 ¡Oh gente pecadora, pueblo cargado de maldad, raza de malignos, hijos depravados! Dejaron al Eterno, despreciaron al Santo de Israel, le dieron la espalda.

5 ¿Para qué habéis de ser castigados aún, si seguís siendo rebeldes? Toda cabeza está enferma, y todo corazón doliente.

6 Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay en él cosa ilesa, sino herida, hinchazón y podrida llaga. No están curadas, ni vendadas, ni suavizadas con aceite.