Jeremías 2:2-4

2 "Anda, clama a oídos de Jerusalén: Así dice el Eterno. Me acuerdo de ti, de la devoción de tu juventud, del amor de tu noviazgo, cuando andabas en pos de mí en el desierto, en tierra sin sembrar.

3 "Santo era Israel para el Eterno, el primer fruto de su cosecha. Todos los que lo devoraban eran culpados, y les iba mal" —dice el Señor.

4 Oíd la Palabra del Eterno, casa de Jacob y todas las familias de Israel.