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Gálatas 1 - Biblia Reina Valera Independiente 2012 RVI


Salutación

1 Pablo, apóstol (no de hombres ni por hombre, sino por Jesús, el Cristo y por Dios el Padre que lo resucitó de los muertos),

2 y todos los hermanos que están conmigo, a las iglesias de Galacia:

3 Gracia y paz sean a ustedes, de Dios el Padre y de nuestro Señor Jesús, el Cristo,

4 el cual se dio a sí mismo por nuestros pecados para librarnos del presente siglo malo, conforme a la voluntad de nuestro Dios y Padre,

5 a quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

No hay otro evangelio

6 Estoy maravillado de que tan pronto se hayan alejado del que les llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente.

7 No que haya otro, sino que hay algunos que les perturban [agitan, inquietan] y quieren pervertir el evangelio de Cristo.

8 Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, les anunciare otro evangelio diferente del que les hemos anunciado, sea anatema.

9 Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno les predica diferente evangelio del que han recibido, sea anatema.

10 Por lo tanto, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería esclavo de Cristo.

El ministerio de Pablo

11 Mas les hago saber, hermanos, que el evangelio anunciado por mí, no es según hombre;

12 puesto que yo ni lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesús, el Cristo.

13 Porque ya han escuchado acerca de mi conducta en otro tiempo en el judaísmo, que perseguía sobremanera a la iglesia de Dios, y la asolaba;

14 y en el judaísmo aventajaba a muchos de mis contemporáneos en mi nación, siendo mucho más celoso de las tradiciones [doctrinas rudimentarias, instrucciones] de mis padres.

15 Pero cuando agradó a Dios, que me apartó desde el vientre de mi madre, y me llamó por su gracia,

16 revelar a su Hijo en mí, para que yo le predicase entre los gentiles, no consulté en seguida con carne y sangre,

17 ni subí a Jerusalén a los que eran apóstoles antes que yo; sino que fui a Arabia, y volví de nuevo a Damasco.

18 Después, pasados tres años, subí a Jerusalén para ver a Pedro, y permanecí con él quince días;

19 pero no vi a ningún otro de los apóstoles, sino a Jacobo el hermano del Señor.

20 En esto que les escribo, he aquí delante de Dios que no miento.

21 Después fui a las regiones de Siria y de Cilicia,

22 y no era conocido de vista a las iglesias de Judea, que eran en Cristo;

23 solamente oían decir : Aquel que en otro tiempo nos perseguía, ahora predica la fe que en otro tiempo asolaba.

24 Y glorificaban a Dios en mí.