Malaquías 1:8-10

8 Cuando presentáis para el sacrificio una res ciega, ¿no es eso algo detestable? Cuando presentáis una res coja o enferma ¿no es eso algo malo? ¡Hala! Ofrécesela a tu gobernador, ¿crees que le agradará o le serás grato? —dice el Señor de los ejércitos—.

9 Ahora, pues, aplacad el rostro de Dios para que se apiade de vosotros. De vuestras manos viene esto. ¿Le seréis gratos? —dice el Señor de los ejércitos—.

10 ¡Ojalá que alguien de vosotros cerrara las puertas para que no encendierais mi altar en vano! No tengo ninguna complacencia en vosotros —dice el Señor de los ejércitos—, ni me agrada la oblación de vuestras manos.