Biblia Total


Apocalipsis 1 - Biblia Arcas-Fernandez (Nuevo Testamento)


La revelación de Jesucristo

1 (este versículo está escrito en el anterior)

2 Esta es la revelación que Dios confió a Jesucristo en relación con los inminentes sucesos que era preciso poner en conocimiento de sus servidores. Así se lo comunicó, por medio de signos, el ángel del Señor a Juan, su servidor.

3 Y Juan es testigo de que todo lo que vio tiene el aval de la palabra de Dios y del testimonio de Jesucristo.

Salutaciones a las siete iglesias

4 ¡Dichoso quien lea este libro! ¡Dichosos los que presten atención a este mensaje profético y cumplan lo que en él está escrito! Porque la hora final está al caer.

5 Juan a las siete Iglesias de la provincia de Asia: Gracia y paz de parte de Dios, que es, que era y que está para llegar; de parte de los siete espíritu que rodean su trono,

6 y de parte de Jesucristo, el testigo fiel, el primogénito de todos los resucitados y el dominador de todos los reyes de la tierra. Al que nos ama y nos ha liberado con su muerte de nuestros pecados,

7 al que nos ha hecho reyes y sacerdotes para su Dios y Padre, a él sea la gloria y el poder por siempre. Amén.

8 ¡Mirádle como viene entre las nubes! Todos le verán, incluso los que le traspasaron, y todas las naciones de la tierra prorrumpirán en llanto por su causa. Sí. Amén.

Una visión del Hijo del Hombre

9 "Soy el Alfa y la Omega" dice el Señor Dios, el que es, el que era y el que está para llegar, el dueño de todo.

10 Yo soy Juan, vuestro hermano; unido a Jesús, participo con vosotros en el sufrimiento y en la espera paciente del reino. Me hallaba desterrado en la isla de Patmos por haber proclamado la palabra de Dios y por haber dado testimonio de Jesús,

11 cuando he aquí cuando un domingo caí en éxtasis y oí a mi espalda una voz poderosa, como de trompeta,

12 que clamaba: - Escribe en un libro todo lo que veas y envíalo a estas siete Iglesias: Efeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardes, Filadelfia y Laodicea.

13 Volví la cabeza para ver quién me hablaba; al volverme vi siete candeleros de oro,

14 y en medio de ellos vi una especia de figura humana, con larga túnica y una banda de oro ciñéndole el pecho.

15 Blancos como la lana blanca y como la nieve, eran los cabellos de su cabeza; como llama de fuego su mirada;

16 sus pies, semejantes al bronce en fundición, y su voz, como fragor de aguas caudalosas.

17 En su mano derecha tenía siete estrellas, y una cortante espada de dos filos salía de su boca; su rostro, en fin, era como el sol cuando brilla en todo su resplandor.

18 Apenas le vi, caí fulminado a sus pies; pero él me tocó con su mano derecha y me dijo:

19 - No temas; yo soy el primero y el último. Yo soy el que vive. Estuve muerto, pero ahora ya ves. Mía es la vida por siempre y tengo en mi poder las llaves de la muerte y del abismo.

20 Escribe, pues, lo que vas a ver: cosas que ya están sucediendo y cosas que sucederán después.