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Isaías 41 - Biblia Versión Israelita Nazarena 2011


Seguridad de Dios para Israel

1 “¡Quédense en silencio ante mí, oh costas; y renueven sus fuerzas las naciones! Acérquense a presentar su caso; acerquémonos juntos para el argumento.

2 ¿Quién es el que ha levantado a un victorioso del oriente, que lo ha llamado a su servicio, que le ha entregado las naciones, que le ha pisoteado reyes, que le ha convertido en polvo sus espadas, sus arcos en paja arrebatada por el viento?

3 Él los persigue, y sale ileso; ningún grillete se pone en sus pies.

4 ¿Quién ha producido y ha logrado esto? El que anunció a las generaciones desde el principio – Yo, Yahweh, que soy el Primero y estaré con los últimos también”.

5 Las costas ven y temen, los confines de la tierra tiemblan. Se congregan y acuden;

6 cada cual ayuda a su compañero, y dice a su hermano: “¡Esfuérzate!”

7 El escultor anima al platero; el que alisa con martillo [anima] al que golpea el yunque. Dice del ribete: “¡Está bien!” Luego lo afirma con clavos para que no se tambalee.

8 Pero tú, Yisrael, mi siervo, Yaaqov, a quien escogí, descendencia de Avraham mi amigo,

9 tú, a quien tomé de los extremos de la tierra, y de sus regiones más remotas, a quien dije: “Tú eres mi servidor; yo te he escogido, no te he rechazado:

10 No temas, que yo estoy contigo; no tengas miedo, que yo soy tu Elohim; yo te fortalezco, y te ayudo, yo te sustento con mi diestra victoriosa.

11 Todos los que contienden contigo quedarán avergonzados y abochornados; los que litigan contigo vendrán a ser como nada y perecerán.

12 Buscarás a los que contienden contigo, pero no los hallarás más; los que batallan contra ti serán como nada y menos que nada.

13 Porque yo, Yahweh, soy tu Elohim que te tomó de la mano derecha, que te dice: No tengas temor; yo seré tu ayuda.

14 No temas, gusanito de Yaaqov; ustedes, hombres de Yisrael: Yo les ayudaré –dice Yahweh– yo, tu Redentor, el Santo de Yisrael.

15 Yo haré de ti un trillo, un rastrillo nuevo, con muchos dientes; trillarás los montes y los harás polvo; y dejarás las colinas como tamo.

16 Los aventarás, y se los llevará el viento; el torbellino los esparcirá. Pero tú te regocijarás en Yahweh; y te gloriarás en el Santo de Yisrael.

17 “Los pobres y los necesitados buscan agua, y no hay ninguna; su lengua está seca de la sed. Yo, Yahweh, les responderé; yo, el Elohim de Yisrael, no los abandonaré.

18 Abriré torrentes en las cumbres áridas y manantiales en medio de los valles; convertiré el desierto en lagunas, la tierra árida en fuentes de agua.

19 Plantaré en el desierto cedros, acacias, mirtos y olivos; pondré en la región árida cipreses, olmos y abetos también.

20 Para que vean y conozcan, para que consideren y comprendan que la mano de Yahweh ha hecho esto, que el Santo de Yisrael lo ha producido.

Dios reta a los falsos dioses

21 Presenten su causa, dice Yahweh; expongan sus argumentos, dice el Rey de Yaaqov.

22 Que se acerquen y nos anuncien lo que va a suceder. Declárennos lo que ha ocurrido, y nosotros tomaremos nota de ello; o anúnciennos lo que va a ocurrir, para que sepamos su final.

23 “Dígannos lo que va a suceder después, ¡para que sepamos que ustedes son deidades! Hagan algo, bueno o malo, para que sintamos reverencia y veamos.

24 Lo que pasa es que ustedes son menos que nada, su efecto es menos que nulo; el que los escoja a ustedes es una abominación.

25 Del norte desperté a uno, y ha venido; desde donde nace el sol, uno que invoca mi nombre; y ha pisoteado a gobernantes como a lodo, como el alfarero que pisa el barro.

26 ¿Quién anunció esto desde el principio, para que lo supiéramos; de antemano, para que dijéramos: ‘El tenía razón’? Nadie lo predijo, nadie lo anunció; ¡nadie ha escuchado la declaración de ustedes!

27 La cosas que se predijeron una vez para Tsiyón –¡miren, aquí están! Y de nuevo envío un heraldo a Yerushalem.

28 Pero miro y no hay un hombre; ninguno de ellos puede predecir ni puede responder cuando yo lo interrogo.

29 Miren, son todos nada, sus obras son nulas, sus estatuas son viento y vanidad.