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Jeremías 4:31 Biblia Reina Valera 1960 | 61 Versiones de la Biblia Comparar

Jeremías 4

31 Porque oí una voz como de mujer que está de parto, angustia como de primeriza; voz de la hija de Sion que lamenta y extiende sus manos, diciendo: ¡Ay ahora de mí! que mi alma desmaya a causa de los asesinos.

Jeremías 4

31 Oigo un grito como de parturienta, sollozos como en el primer parto: el grito angustiado de Sión, estirando los brazos: ¡Ay de mí, que desfallezco, que me quitan la vida!

Jeremías 4

31 Porque oí un grito como de mujer de parto, Angustia como de primeriza; Era el grito de la hija de Sion que se ahogaba, Y extendía sus manos, diciendo: ¡Ay ahora de mí, porque desfallezco ante los asesinos!

Jeremías 4

31 Oigo gritos como los de una mujer que da a luz por primera vez; la hija de Sión está gimiendo y extiende sus manos: "¡Ay de mí, que voy a sucumbir bajo los golpes de los asesinos!"

Jeremías 4

31 Porque he oído una voz como de mujer que está de parto, angustia como de primeriza. Es la voz de la hija de Sión, que lamenta y extiende sus manos, diciendo: “¡Ay de mí, pues mi alma desfallece a causa de los asesinos!”».

Jeremías 4

31 Oigo un grito como de parturienta, angustia como de primeriza: es la voz de la hija de Sión que se ahoga, que extiende sus manos: "¡Ay de m, pues desfallece mi vida ante los asesinos!".

Jeremías 4

31 Oigo gritos como de parturienta,gemidos como de primeriza.Son los gemidos de la bella Sión,que respira con dificultad;que extiende los brazos y dice:«¡Ay de mí, que desfallezco!¡Estoy en manos de asesinos!»

Jeremías 4

31 Oigo una voz como de una que está de parto, angustia como de primeriza. Es la voz de la Hermosa Tsiyón que gime, extendiendo sus manos: “¡Ay de mí, desfallezco ante los asesinos!”

Jeremías 4

31 Y entonces oí una voz como de parturienta, gritos como de primeriza: era la voz de la hija de Sión, que gimiendo extendía sus palmas: "¡Ay, pobre de mí, que mi alma desfallece a manos de asesinos!"

Jeremías 4

31 Y entonces oí una voz como de parturienta, gritos como de primeriza: era la voz de la hija de Sión, que gimiendo extendía sus palmas: "¡Ay, pobre de mí, desfallezco a manos de asesinos!"