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Deuteronomio 12 - Biblia de nuestro Pueblo


El santuario único

1 -Estos son los mandatos y decretos que ustedes deberán poner en práctica mientras vivan en la tierra que el Señor, Dios de tus padres, te da en posesión.

2 El culto centralizado 2 Re 23 »Destruirán todos los santuarios donde esos pueblos, que ustedes van a conquistar, daban culto a sus dioses, en lo alto de los montes, sobre las colinas, bajo cualquier árbol frondoso;

3 demolerán sus altares, destrozarán sus piedras conmemorativas, quemarán sus postes sagrados, derribarán las imágenes de sus dioses y borrarán sus nombres de aquel lugar.

4 »Al Señor, su Dios, no le darán culto de esa manera.

5 Irán a buscarlo al lugar que él elija entre todas las tribus, para constituirlo morada de su Nombre.

6 Allí ofrecerán sus holocaustos y sacrificios: los diezmos, votos y ofrendas voluntarias y también los primogénitos de sus ganados y rebaños.

7 Allí comerán tú y tu familia, en la presencia del Señor, su Dios, y festejarán todas las empresas que el Señor, tu Dios haya bendecido.

8 »Allí no deberán hacer ustedes lo que ahora hacemos aquí, donde cada uno hace lo que mejor le parece,

9 porque todavía no han entrado en el lugar del descanso y en la herencia que el Señor, tu Dios te dará.

10 Cuando crucen el Jordán, y habiten la tierra que el Señor, su Dios, va a repartirles en herencia, y ponga fin a las hostilidades con los enemigos que los rodean, y vivan tranquilos,

11 llevarán al lugar que el Señor, su Dios, se elija para morada de su Nombre todo lo que les tengo ordenado: sus holocaustos, sacrificios, diezmos, ofrendas y lo mejor de sus votos que hayan hecho al Señor,

12 y harán fiesta en presencia del Señor, su Dios, ustedes, sus hijos e hijas, sus siervos y siervas, y también el levita que vive en tu vecindad ya que él no ha recibido entre ustedes ninguna tierra en propiedad.

13 »Ten cuidado. No ofrecerás sacrificios en cualquier santuario que veas,

14 sino sólo en el lugar que el Señor se elija en una de tus tribus: allí ofrecerás tus holocaustos y allí harás lo que te tengo ordenado.

15 Puedes matar y comer carne en cualquier pueblo cuando tengas ganas, según los dones que el Señor, tu Dios, te conceda; pueden comerla el puro y el impuro, como si se tratase de gacela o ciervo;

16 pero la sangre no la comerán; la derramarás por tierra, como el agua.

17 »En tu residencia no puedes comer los diezmos del trigo, del mosto y del aceite; los primogénitos de tus reses y ovejas; los votos, las ofrendas y ofertas voluntarias.

18 Sólo los comerás en presencia del Señor, en el lugar que se elija el Señor, tu Dios, junto con tu hijo, tu hija, tu siervo, tu sierva y el levita que viva en tu vecindad. En presencia del Señor celebrarás el éxito de tus tareas.

19 »Ten cuidado. No abandones al levita mientras dure tu vida en la tierra.

20 Cuando el Señor, tu Dios, ensanche tus fronteras, como te ha prometido, y decidas comer carne, porque te vienen ganas de comerla, puedes comerla a voluntad.

21 Si queda lejos el lugar que elija el Señor, tu Dios, para poner allí su Nombre, tú mismo podrás matar, conforme a mis prescripciones las reses u ovejas que te dé el Señor, y comerás en tu ciudad siempre que te venga en gana;

22 comerás esa carne como si se tratase de gacela o ciervo; pueden comerla el puro y el impuro.

23 »Pero de ningún modo comas sangre, porque la sangre es la vida, y no comerás la vida con la carne.

24 No la comas, derrámala en tierra, como agua.

25 No la comas, y te irá bien a ti y a tus hijos que te sucedan por haber hecho lo que Dios aprueba.

26 »Lo que hayas consagrado u ofrecido por voto llévalo al lugar que escoja el Señor.

27 De los holocaustos ofrecerás carne y sangre sobre el altar del Señor, tu Dios; de los sacrificios de comunión derramarás la sangre sobre el altar del Señor, tu Dios, y comerás la carne.

28 »Escucha atentamente todas estas cosas que yo te mando hoy, para que les vaya bien a ti y a tus hijos después de ti, por haber obrado bien, haciendo lo que es recto a los ojos del Señor, tu Dios.

Advertencias contra la idolatría

29 Advertencia contra las prácticas idolátricas »Cuando el Señor, tu Dios, extirpe a los pueblos cuyas tierras vas a ocupar, cuando los desalojes para instalarte en su tierra, una vez quitados de en medio,

30 no caigas en la trampa detrás de ellos; no consultes a sus dioses ni averigües cómo les daban culto dichos pueblos, para hacer tú lo mismo.

31 Tú no harás lo mismo con el Señor, tu Dios, porque él considera abominable y detesta todo lo que ellos hacen para honrar a sus dioses, ya que llegan incluso a quemar a sus hijos e hijas en honor de sus dioses.

32 Casuística en torno a la idolatría »Todo lo que yo les mando, lo pondrán en práctica; no añadirán ni suprimirán nada.