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Hechos 12 - Biblia Castilian 2003


Jacobo, muerto; Pedro, encarcelado

1 Por aquel entonces, echó mano el rey Herodes, con el propósito de perjudicarles, a algunos de los que pertenec an a la Iglesia.

2 Hab a dado muerte por la espada a Santiago, el hermano de Juan.

3 Y viendo que esto complac a a los jud os, determinó prender también a Pedro. Eran los d as de los Ázimos.

4 Lo apresó y lo metió en la cárcel, entregándolo a cuatro piquetes, de cuatro soldados cada uno, para que lo custodiaran, con intención de hacerlo comparecer ante el pueblo pasada la Pascua.

5 Pedro, pues, estaba bajo custodia en la cárcel; pero en la Iglesia se hac an continuas oraciones a Dios en favor de él.

Pedro es librado de la cárcel

6 Cuando Herodes se dispon a a hacerlo comparecer, aquella misma noche, estaba Pedro durmiendo en medio de dos soldados, sujeto con dos cadenas; y guardias ante la puerta custodiaban la cárcel.

7 En esto se presentó un ángel del Se or y una luz resplandeció en la celda. Tocó a Pedro en el costado, lo despertó y le dijo: "Levántate en seguida". Y se le desprendieron las cadenas de las manos.

8 El ángel le dijo: "Ponte el cinturón y átate las sandalias". Él lo hizo as. A adió el ángel: "Cúbrete con el manto y s gueme".

9 Salió tras él, sin saber si era verdad lo que el ángel hac a; más bien le parec a estar viendo una visión.

10 Atravesaron la primera y la segunda guardia y llegaron a la puerta de hierro que daba a la ciudad, que se les abrió por s misma. Salieron fuera, recorrieron un trozo de calle y, de pronto, el ángel se apartó de él.

11 Vuelto en s Pedro, dijo: "Ahora realmente caigo en la cuenta de que ha enviado el Se or su ángel y me ha librado de la mano de Herodes y de toda la expectación del pueblo jud o".

12 Tras pensarlo, se encaminó a la casa de Mar a, la madre de Juan, por sobrenombre Marcos, donde hab a muchas personas reunidas en oración.

13 Llamó a la puerta del vest bulo, y se acercó a escuchar una muchacha llamada Rosa.

14 Ella reconoció la voz de Pedro pero, por la alegr a, en vez de abrir se fue corriendo a avisar que Pedro estaba a la puerta.

15 Ellos le dijeron: "Te has vuelto loca". Pero ella insist a en que era cierto. Dec an ellos: "Será su ángel".

16 Pedro, entre tanto, segu a llamando. Por fin abrieron y, al verlo, se maravillaron.

17 Él hizo se as con la mano para que se callaran, les refirió cómo el Se or le hab a sacado de la cárcel y a adió: "Contádselo a Santiago y a los hermanos". Salió y se fue a otro lugar.

18 Al hacerse de d a, hubo alboroto no peque o entre los soldados sobre qué habr a sido de Pedro.

19 Herodes lo hizo buscar y, al no encontrarlo, interrogó a los guardias y ordenó que fueran llevados al suplicio. Después bajó de Judea a Cesarea, y se quedó a residir all.

Muerte de Herodes

20 Estaba muy irritado contra los tirios y los sidonios. Éstos, de común acuerdo, se presentaron ante él. Y habiéndose ganado a un tal Blasto, maestro de cámara del rey, solicitaban la paz, dado que su región depend a económicamente de la casa real.

21 En el d a prefijado, Herodes, ataviado con la vestidura real y sentado en su trono, los estaba arengando.

22 El pueblo clamaba: "Voz de un dios y no de un hombre es ésta".

23 Pero en aquel mismo instante lo hirió un ángel del Se or, por no haber dado gloria a Dios; y, comido de gusanos, expiró.

24 La palabra del Se or crec a y se multiplicaba.

25 Bernabé y Saulo, una vez cumplido su encargo, regresaron de Jerusalén, trayendo consigo a Juan, por sobrenombre Marcos.