Hechos 9:2-4

2 y le pidió cartas para las sinagogas de Daméseq, autorizándolo a llevarse detenidos a Yerushaláyim a todos los que encontrara que pertenecieran a este Camino, fueran hombres o mujeres.

3 Iba por el camino y se estaba acercando a Daméseq, cuando de repente brilló a su alrededor una luz desde el cielo.

4 Entonces cayó al suelo y oyó una voz que le decía: “Shaúl, Shaúl, ¿por qué me persigues?”[Dura cosa te es dar patadas contra el aguijón].*