Mateo 8:2-4

2 Y vino un leproso y se postró ante él diciendo: “Maestro, si quieres, puedes limpiarme”.

3 Yahoshúa extendió la mano y lo tocó diciendo: “Quiero. Queda limpio”. Y al instante quedó limpio de la lepra.

4 Entonces Yahoshúa le dijo: “Mira, no se lo digas a nadie; pero ve, muéstrate al sacerdote y presenta la ofrenda que mandó Mosheh, para testimonio a ellos”.