Romanos 8:24-26

24 Porque nos hemos salvado sólo en esperanza; y si algo esperado se viera no sería esperanza; ¿quién sigue esperando lo que ya se ve?

25 Pero si esperamos algo que no vemos, con perseverancia lo aguardamos.

26 Además, el espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; porque nosotros no sabemos pedir como se debe; pero el espíritu mismo intercede con gemidos indecibles.