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Isaías 42 - Biblia de Jerusalem 3-Edicion


El Siervo de Jehová

1 He aquí mi siervo a quien yo sostengo, mi elegido en quien se complace mi alma. He puesto mi espíritu sobre él: dictará ley a las naciones.

2 No vociferará ni alzará el tono, y no hará oír en la calle su voz.

3 Caña quebrada no partirá, y mecha mortecina no apagará. Lealmente hará justicia;

4 no desmayará ni se quebrará hasta implantar en la tierra el derecho, y su instrucción atenderán las islas.

5 Así dice el Dios Yahvé, el que crea los cielos y los extiende, el que hace firme la tierra y lo que en ella brota, el que da aliento al pueblo que hay en ella, y espíritu a los que por ella andan.

6 Yo, Yahvé, te he llamado en justicia, te así de la mano, te formé, y te he destinado a ser alianza del pueblo y luz de las gentes,

7 para abrir los ojos ciegos, para sacar del calabozo al preso, de la cárcel a los que viven en tinieblas.

8 Yo, Yahvé, ése es mi nombre, mi gloria a otro no cedo, ni mi prez a los ídolos.

9 Las cosas de antes ved que vinieron. Otras nuevas yo os anuncio; antes de que broten os las hago oír.

Alabanza por la liberación poderosa de Jehová

10 Cantad a Yahvé un cántico nuevo, su loor desde los confines de la tierra. Que le cante el mar y cuanto contiene, las islas y sus habitantes.

11 Alcen la voz el desierto y sus ciudades, las explanadas en que habita Quedar. Aclamen los habitantes de Petra, desde la cima de los montes vociferen.

12 Den gloria a Yahvé, su loor en las islas publiquen.

13 Yahvé como un bravo sale, su furor despierta como el de un guerrero; grita y vocifera, contra sus enemigos se muestra valeroso.

14 "Estaba mudo desde mucho ha, había ensordecido, me había reprimido. Como parturienta grito, resoplo y jadeo entrecortadamente.

15 Derribaré montes y cedros, y todo su césped secaré; convertiré los ríos en tierra firme y las lagunas secaré.

16 Haré andar a los ciegos por un camino que no conocían, por senderos que no conocían les encaminaré. Trocaré delante de ellos la tiniebla en luz, y lo tortuoso en llano. Estas cosas haré, y no las omitiré."

17 Haceos atrás, confusos de vergüenza, los que confiáis en ídolos, los que decís a la estatua fundida: "Vosotros sois nuestros dioses."

Israel no aprende de la disciplina

18 ¡Sordos, oíd! ¡Ciegos, mirad y ved!

19 ¿Quién está ciego, sino mi siervo?, ¿y quién tan sordo como el mensajero a quien envío? (¿Quién es tan ciego como el enviado y tan sordo como el siervo de Yahvé?)

20 Por más que has visto, no has hecho caso; mucho abrir las orejas, pero no has oído.

21 Yahvé se interesa, por causa de su justicia, en engrandecer y dar lustre a la Ley.

22 Pero es un pueblo saqueado y despojado, han sido atrapados en agujeros todos ellos, y en cárceles han sido encerrados. Se les despojaba y no había quien salvase; se les depredaba y nadie decía: "¡Devuelve!"

23 ¿Quién de vosotros escuchará esto, atenderá y hará caso para el futuro?

24 ¿Quién entregó al pillaje a Jacob, y a Israel a los saqueadores? ¿No ha sido Yahvé, contra quien pecamos, rehusamos andar por sus caminos, y no escuchamos sus instrucciones?

25 Vertió sobre él el ardor de su ira, y la violencia de la guerra lo abrasó, por todos lados sin que se apercibiese, lo consumió, sin que él reflexionase.